Sincronías de la vida




Reflexionando hace poco sobre las “sincronías” de la vida y todas esas “casualidades” que parecen ser meras “coincidencias”, pero a las que yo personalmente les doy mucha importancia, leí un interesante artículo de un psicólogo que me gustaría compartir con vosotros.

Porque pienso que el Universo está constantemente mandándonos señales con información muy valiosa, pero nuestra mente racional y ese devenir constante en el que vivimos, nos impide abrir los ojos de nuestra alma y seguir sus indicaciones.

A ver si estas líneas nos ayudan prestar más atención a lo que realmente importa.

“El lenguaje del mundo está hecho de señales y sincronías. Para los iniciados, cuando tienes los ojos, la mente y el corazón abiertos eres capaz de verlas y entenderlas. Porque la realidad continuamente te está hablando. Y lo hace de muchas maneras diferentes.

Tus emociones son la primera señal. Cuando te sientes mal, tu cuerpo mediante tus sentimientos, se convierte en mensajero. Algo estás pensando o estás haciendo que no te ayuda. Cuando sientes emociones que te causan dolor como la ira, el miedo o la tristeza, te estás alejando del tipo de vida que deseas vivir. Las llamadas emociones negativas, aquellas con las que sufres, son tu señal interna que denuncia la incoherencia de tu conducta, la tendencia al victimismo o tu obsesión por las críticas, las quejas y los errores.


En la misma línea están tus enfermedades, porque también forman parte del lenguaje de tu inconsciente. Tu biología te intenta comunicar de una forma no verbal algo que se refleja en tus pensamientos, tus emociones o tu conducta. Cada enfermedad tiene una razón y un significado. Guarda relación con el tipo de vida que haces, tus creencias, tus expectativas, tus temores y tus deseos. El cuerpo continuamente te está hablando y te pide que le prestes atención a través de los síntomas con los que se expresa. Y si no le escuchas, tendrá que hablarte más fuerte, con enfermedades más dolorosas e invalidantes. Es su manera de decirte “para de una vez… préstame atención… date cuenta del tipo de vida que estás haciendo”.

Los sueños son otro intento de comunicación. Desde el principio de los tiempos y en todas las culturas, los sueños han sido interpretados con mayor o menor acierto como parte de un mensaje. Y Freud hizo de la interpretación de los sueños uno de los ejes de su trabajo terapéutico.

Pero también hay señales externas. Experiencias y circunstancias mediante las cuales la Vida te está hablando. Tienes prisa por salir de casa y no encuentras las llaves, y aunque están a la vista, tú no consigues encontrarlas. Puede ser una señal. Vas en tu coche a una reunión y te pierdes en el trayecto o no consigues encontrar sitio para aparcar. Tal vez sea una señal. Pasas por una racha en la que se te estropean los electrodomésticos, tienes una fuga de agua, el coche te deja tirado o el teléfono se queda en ese preciso momento sin batería. Plantéate la posibilidad de que sean señales. Sobretodo cuando se encadenan varias.

Este tipo de señales tienen en común que son una advertencia. Algo que seguramente sería bueno para ti reconsiderar, puede ser algo relativo a tu trabajo, algún tipo de relación, una decisión importante o algo directamente relacionado con tu estilo de vida o tus creencias.

Por supuesto también hay señales que te dicen que vas bien. Que te confirman esa corazonada o intuición. Todas las señales son sincronías. Así las llamó Jung, el psiquiatra suizo. “Coincidencias” y “casualidades” que te marcan el camino a seguir. Conoces a alguien y te sientes especialmente bien, y salen temas en común, sientes ganas de reír y de seguir hablando. Seguramente sea una señal. Vas a una cita y a tu paso los semáforos se ponen en verde y cuando llegas encuentras fácilmente sitio para aparcar en la puerta. Tal vez sea una buena señal. Presentas un proyecto y todo parece confabularse a tu favor, la gente te sonríe y a todo el mundo le gusta y te felicitan. Seguramente la vida te está hablando. Necesitas información sobre un tema particular que te interesa y encuentras repentinamente un libro que trata esa cuestión, en la TV aparece un programa habla de ese mismo tema o te presentan a alguien que es experto en esa disciplina. Son señales.

Tu inconsciente sabe. Y porque tu inconsciente sabe, tu mente consciente necesita escuchar. Tu inconsciente alberga la sabiduría de millones de años de evolución. Todas las células de tu cuerpo tienen inteligencia y memoria arquetípica. Conservas, tal vez dormidos, los instintos que hicieron que la especie humana sobreviviera y se adaptara. Todo forma parte de un sistema interconectado al que perteneces, con el que estás relacionado y que te está hablando permanentemente.

Ahora… abre tu mente y tu corazón.”

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