Bienvenidos a todos los cuidadores

       Bienvenidos a todos los cuidadores

      Nadie dice que afrontar el diagnóstico de una enfermedad de un ser querido sea tarea fácil, ni que el papel de cuidador pueda dominarse de la noche a la mañana. Pero te voy a acompañar durante el tiempo que necesites y te voy a ayudar a asumir este rol, no como una desgracia injusta de la vida sino como un desafío, extremadamente complicado, pero sumamente gratificante.

   Las enfermedades son maestras muy estrictas que requieren pupilos con una disciplina extraordinaria, por eso mi único propósito es ocuparme de tus pensamientos y emociones, procurando tu bienestar psíquico y ofreciéndote un espacio donde te sientas libre para compartir tus experiencias e inquietudes.

     No puedo negar que todas las enfermedades están rodeadas de historias desgarradoras que cuentan con cuidadores que soportan una gran carga emocional. Sin embargo, frente al hecho real de encontrarnos con una situación irreversible y ante las múltiples reacciones posibles, te propongo afrontar los problemas del día a día con un espíritu provechoso, luchador y lleno de gratitud.

¿Te vienes conmigo?

Objetivo

                    Objetivo
  
    Cada día son más las personas que además de sus obligaciones diarias deben ocuparse del cuidado de un familiar.
    Porque detrás de cada enfermo hay al menos un cuidador que arrastra una carga tanto física como psicológica que puede perjudicar su vida. 
    Más allá de la recompensa personal derivada de cuidar a un ser querido, la tarea de cuidador puede resultar demoledora, ya que supone asumir abundantes responsabilidades, una preocupación continua y conflicto emocional interno difícil de digerir

¿Eres cuidador/a y padeces alguno de estos síntomas? 
-Desolación al no reconocer el carácter de nuestro familiar 
-Soledad al no verte apoyado 
-Sobrecarga tanto física como emocional 
-Disgusto al cometer un error 
-Remordimientos de conciencia y aislamiento social 
-Culpabilidad por no dedicar más tiempo al cuidado 
-Alteraciones de sueño y trastornos alimenticios 
-Nostalgia por el pasado 
-Y un desorden generalizado con sentimientos de pérdida, irritabilidad, ansiedad, apatía, angustia, desinterés...

  ¡No te preocupes! es normal, yo también he atravesado estas etapas y he salido reforzada. 

    Ser resiliente no significa que no sintamos dolor emocional, sino dejar de enfocar nuestra mirada en lo que ya no podemos hacer y centrar la visión en las oportunidades que tenemos por delante. 
    Detrás de todas las enfermedades se esconden grandes oportunidades que la venda del miedo y el estrés cotidiano no nos permite ver con claridad. 
   Sólo necesitas una herramienta, un recurso al alcance de todos, un potencial tan fuerte capaz de superar cualquier obstáculo por imposible que parezca: EL AMOR INCODICIONAL. 
   Por eso vamos a aprender a cuidar desde el amor, ajustando nuestra escala de valores, evaluando nuestras barreras y emprendiendo el camino del autoconocimiento. 

Con esta terapia vas a conseguir: 
-Potenciar la autoestima y fomentar el autocuidado 
-Posibilitar el deshago emocional 
-Aceptar y reconocer el papel de cuidador/a
-Desarrollar tu potencial 
-Reforzar tus valores personales 
-Aprender a cuidar de ti 
-Exprimir todo ese amor que llevas dentro

Querido "Alzheimer"

Cómo dejar de tener miedo a la MUERTE



La vida me vuelve loca




La aceptación de las enfermedades


Las mascotas salvan vidas


La sensación de soledad y aislamiento aparece ser una de las mayores afecciones que sufren las personas mayores, tanto si viven solas como en residencias. 

Diversos estudios han demostrado que la presencia de una mascota puede tener muchos beneficios tanto a nivel social como de salud. Y gracias a dios cada vez son más los colectivos que realizan terapias asistidas con animales, habitualmente con perros, para potenciar la salud de los pacientes tanto física como psicológica.

Si hablamos de personas con Alzheimer, y lo digo por experiencia, los animales pueden ser una buena medicina para mejorar el estado de motricidad y de ánimo. Porque sólo el hecho de que tengan que acordarse del nombre del animal e interactuar con él, puede ser de gran ayuda a la hora de fomentar la memoria.

Y es que los animales en general demuestran su afecto sin ningún tipo de condicionante, atraen la atención con sus movimientos e incitan a jugar con ellos. Además proporcionan estímulos, provocan  la risa y desprenden cariño.

Todo esto motiva a los enfermos a tocarles y acariciarles, les recuerda viejos tiempos, les genera sensaciones positivas y en definitiva refuerza la estimulación cognitiva y sensorial. 

Ojalá todas las residencias de ancianos contaran con un programa para terapia con mascotas. 

Sincronías de la vida


La risa tiene poder




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